"Hace ciento treinta años, después de visitar
el país de las maravillas, Alicia se metió en un espejo para descubrir
el mundo al revés. Si Alicia renaciera en nuestros días, no necesitaría
atravesar ningún espejo: le bastaría con asomarse a
la ventana.
Al fin del milenio, el mundo al revés está a la vista: es
el mundo tal cual es, con la izquierda a la derecha, el ombligo en la
espalda y la cabeza en los pies...
En la escuela del mundo
al
revés, el plomo aprende a flotar y el corcho, a hundirse. Las víboras
aprenden a volar y las nubes aprenden a arrastrarse por los caminos...En
los suburbios del mundo, los jefes de Estado venden los saldos
y
retazos de sus países,
a precio de liquidación por fin de temporada.
El mundo al revés nos enseña a padecer la realidad en lugar de
cambiarla, a olvidar el pasado en lugar de escucharlo y a aceptar el
futuro en lugar de imaginarlo. En su escuela son obligatorias las clases
de impotencia, amnesia y resignación...
Pero está visto que
no hay desgracia sin gracia, ni desaliento que no busque su aliento. Ni
tampoco hay escuela que no encuentre su contraescuela."
Eduardo Galeano: Patas arriba. La escuela del mundo al revés
No hay comentarios:
Publicar un comentario